Existe un misterio en el fin de la vida que el arte ha representado a lo largo del tiempo, tanto que se han juntado la pintura y la literatura para manifestar lo inevitable.
Por: V.M. Silva
Imagen: La muerte y la doncella, de Marianne Stokes
Lunes 25 de octubre, 2021, Estado de México.
LA MUERTE
“La concepción es pecado, el nacimiento es dolor, la vida esfuerzo y la muerte inevitable”
Poesía del siglo XII
La muerte está representada innumerables veces. Para el hombre el misterio de la muerte resulta una duda universal, no importa la época, la nacionalidad, el género, el estatus social o las creencias religiosas, al final la piel cumplió su función, le toca desvanecerse, la vida termina y sólo quedan los huesos de lo que alguna vez tuvo alma. Es algo natural en el ser humano, nacemos y morimos sin saber por que nacíamos. Si bien nos fue, vivimos como quisimos, pero si no elegimos sabiamente nos daremos cuenta que estuvimos atados a otros y jamás descubrimos quiénes fuimos.
De manera biológica envejecer es el deterioro de nuestros órganos, lo cual finalmente lleva a la muerte, pero la vida no se mide por el funcionamiento de nuestro cuerpo, sino por el alimento del alma. Y no hay mejor alimento para ésta que el arte. A lo largo de la historia existen pinturas de diferentes estilos y tiempos donde se aborda éste enigma, mismo que es plasmado de diversas maneras, desde la violencia hasta la paz. Y esto depende significativamente del artista, es un error pretender entender algo en su esencia separando al autor de su obra. El mundo no es como debería ser o como creemos, el mundo es como somos, es una proyección de nosotros mismos. Por lo tanto, cada pintura es un pedazo de vida y experiencia, es un proceso de reflexión representado de manera colorida, donde se embellece el fin de la vida o donde los tonos se acercan al duelo y la tristeza de la perdida eterna.
El arte no es el encargado de ilustrar la vida como es, su función no es la de un álbum de fotos que sólo se encargan de recordarnos cómo fuimos hace unos años. La obra de arte es una construcción de la idea que trabaja en conjunto con la práctica. El arte manifiesta, crea, expone, conmueve, trasciende… no ilustra.
A pesar de que todos vamos a experimentar el fin de la vida, cada uno lo hará de una manera particular y posiblemente algunas ni siquiera sen justas, otras serán violentas y otras estarán acompañadas de paz. Cualquiera que sea y aún sabiendo que esto nos pasará en algunos minutos o en muchos años, la idea de morir es triste cuando la soledad se hace presente, ojalá pudiésemos elegir el momento, salvando una vida o terminando con la misma, pero sabiendo que todos conocen nuestra historia y nos recordaran con melancolía y nos harán justicia. Tristemente esto sucede pocas veces, la muerte termina siendo silenciosa, solitaria y muchas veces simple. Pero recordemos que el arte no se encarga de ilustrar lo que es, por lo que de ese suceso tan normal y cotidiano se han creado grandes obras de arte..
Las edades y la muerte
Hans Baldung
El ciclo de la vida; niñez, juventud, vejez y muerte.
Posiblemente todos pensemos que nuestro destino será así, pero eso nunca se sabrá.
En esta obra se representa como una está unida a la otra de manera injusta, pero inevitable.
Con un paisaje triste y sombrío y con un búho mirándote fijamente, a_ visando el destino de la humanidad.

Ofelia
John Everett Millais



“Junto a un río un sauce al sesgo crece, cuyas canudas hojas se reflejan en las corrientes aguas cristalinas; allí la cien ceñida de fantásticas guirnaldas de ranúnculos y hortigas, de mayas y purpúreas abejeras a las que nombre menos decoroso da el rústico pastor, y que las castas doncellas llaman dedos de difuntos; allí, trepando por colgar sus flores de los pendientes ramos, se quebranta un vástago envidioso, y juntamente con sus trofeos rústicos, la pobre al quejumbroso arroyo cae. Sus ropas la sostuvieron, huecas y extendidas, sobre las raudas aguas cual sirena, y en tanto iba cantando de tonadas antiguas trozos mil, como ignorante de su peligro, o como ser criado, nacido en aquel húmedo elemento. Poco duró, que al cabo sus vestidos, pesados con el agua que absorbían, interrumpiendo su cantar sabroso, a cenagosa muerte la arrastraron”. Hamlet- Shakespeare
Sin embargo, encontramos muertes extremadamente bellas. Esto puede explicarse porque su muerte está plasmada en un poema. Aquí el pintor representó lo que ya estaba escrito, pero hay que recordar que son artes muy diferentes. La obra se explica por múltiples componentes: el autor, el estilo (y por lo tanto la época), muerte, suicidio o asesinato…En Ofelia es una muerte joven, provocado por sufrimiento, donde parece haber paz y belleza. Ofelia muere triste y resignada, acercándose a un suicidio, típico en la Literatura Shakesperiana, donde el dolor y la belleza se unen creando arte.
La muerte de Marat 1793
Edvard Munch
Marat fue un médico y científico francés, tuvo un papel importante en La Revolución francesa.
Armó un periódico y ejerció una influencia poderosa, atacó y elaboró listas negras de lo que consideraba crímenes políticos. Debido a esto y el abuso de su poder una joven lo apuñaló.
Es una representación de la soledad de la muerte, hay sufrimiento, no fue una muerte natural ni de tristeza, fue arrancada por alguien más, mostrando la fragilidad del ser humano y la percepción. La obra fue realizada por el amigo del personaje asesinado, esto obviamente repercute en la representación. Aquí todo, absolutamente todo, es subjetivo. Sin embargo, desde otra perspectiva, el asesinato fue la salvación. Todo queda de manera relativa, la muerte es del mismo sujeto, pero será asimilada de la misma forma, ya que fue un hecho real y la vida no es tan simple como un poema o una muerte natural.


En las tres pinturas la muerte está presente, sin embargo, en todas es diferente. En las edades y la muerte no hay paz ni belleza, hay desolación e impotencia, esa es la muerte natural, pero la más difícil, porque debe haber resignación ante una vida finita. En esta es algo simbólico que podría pasarle a cualquier persona. No hay ninguna vida detrás que se vaya a explicar.