Una nueva película de #Netflix atrae los reflectores tras posicionarse en el top 10 de películas más vistas en México en dicha plataforma durante finales de noviembre e inicios de diciembre de 2021. Aunque, ¿Se trata de una copia de » #NosotrosLosNobles «?
Por: Josué Guzmán
| Viernes 21 de enero, 2022, Tlaxcala de Xicohténcatl, Tlaxcala.
| Tiempo de lectura: 7 minutos

Ricos y Malcriados es una reciente producción de Netflix dirigida por Nicolas Cuche que nos presenta una historia que se desarrolla en Mónaco y Francia, la cual aborda temas como el clasismo, la discriminación, la cultura social, el engaño de las apariencias y, el tema principal, el trabajo.
La historia comienza cuando Francis Bartek (Gérard Jugnot) se da cuenta de que sus tres hijos son excelentes para lo mismo: nada. Se dedican a gastar dinero, viajar, comprar ropa cara, presumir y ser muy altaneros, en especial Stella (Camille Lou), quien también desea casarse con un hombre poco fiable llamado Juan Carlos (Tom Leeb), aparentemente adinerado, de buen ver, pero holgazán, y que en la trama de la película no termina por entenderse quién es o de dónde viene, pues tiene acento español, pero todo el tiempo habla de tal manera que indica que su familia y empresas son de Argentina.
Viene el turno de los hijos varones, Alexandre (Louka Meliava) y Philippe (Victor Artus Solaro). Dos polos opuestos en «ideología», ya que uno cree y apuesta por el capitalismo, mientras que el otro cree en el comunismo, aunque ninguno de los dos sabe de lo que está hablando. Alexandre es estudiante universitario, pero no asiste a clases, y lo poco que ha asistido ha sido para escoger con quién pasar la noche, o el día… Mientras que Philippe es un intento (o casi) de empresario que gasta el dinero de su padre para financiar sus «innovadores» proyectos.

El plot point de la historia comienza cuando Stella, en medio de su fiesta de cumpleaños, le dice a su padre que se quiere casar con Juan Carlos, a lo que reacciona con disgusto y, ahora por capricho, Stella decide que se puede casar sin su aprobación y también hacer pública la noticia aprovechando el momento. Después, Ferrucio (François Morel), asistente, socio y amigo de Francis, le envía un video donde se aprecia que Philippe no cumplió con un encargo previo de su padre y en su lugar se fue a Ibiza de fiesta. Para rematar, llega a la mansión el rector de la universidad a la que asiste Alexandre para buscarlo, y no por sus calificaciones, sino para ajustar cuentas, debido a que se ha enterado de que éste se ha estado acostando con su esposa, y, en el acto, se entera de que también con sus hijas. ¡Tremendo cóctel de emociones! Tras el que Francis sufre un infarto.
Ferrucio le había hecho la observación a Francis de que sus hijos eran unos malcriados y necesitaban una lección. Dos meses después, esto se vuelve una realidad. Los hermanos se encuentran en la mansión porque no saben qué es lo que está pasando con sus tarjetas de crédito, el Wi-Fi y por qué hay policías en la oficina de su padre, por lo que necesitan una explicación. En medio de la desesperación, escuchan y ven llegar los carros de policía, incautando aquellos bienes que se van encontrando, cuando de la nada sale el padre con un arma larga y los guía por una salida a modo de que no sean vistos y consecuentemente atrapados. El padre «roba» un auto a un conductor que iba pasando y es cuando la familia se embarca a la aventura de su vida.
Los Bartek son ahora «prófugos de la justicia», que van escapando hacia Francia, con destino en Marsella. Una ciudad que no les da la bienvenida en ningún sentido. Durante el trayecto, Francis tira los celulares de sus hijos a la carretera y les explica que la compañía está teniendo problemas por malversación de fondos. Como coartada, les dice que el principal sospechoso es Ferrucio. Pero todos estos sucesos son parte del plan que tiene Francis para hacer entender a sus hijos que las cosas y la vida que tienen, se ganan.

Encuentran refugio en la casa de su fallecido abuelo, o sea, el padre de Francis. Una casa muy vieja y muy sucia, lo que genera repulsión y un tremendo golpe de realidad a los hijos. Como parte del plan, Francis les dice que ahora tienen que trabajar para ganarse la vida, pero en su vocabulario no figura aquella palabra. Siguiendo la línea de la vida que llevaban, Stella vende el reloj de su hermano y se compra ropa, de lujo, por supuesto. Es entonces que se dan cuenta de que no tienen qué comer. El hijo de la sirvienta de la mansión, invita a Stella a trabajar como mesera y ayudante en el restaurante en el que él trabaja. Philippe consigue ser conductor de un bicitaxi y Alexandre en un principio busca vivir como en las comunas primitivas de las que hablaban Marx y Engels, hasta que se da cuenta de que no es lo mejor y entonces se queda a ayudar a su padre en la reparación de la casa, como un contratista. Todos pasando por situaciones que los superan, pero que son la realidad de cientos, miles, millones de personas alrededor del mundo. Con esta comedia francesa podrás divertirte un fin de semana y de paso obtener una lección de vida.
Pero, espera, ¿No te suena familiar? ¡Claro! pues todo lo descrito es, a excepción de algunos detalles mínimos, una copia de la trama principal del éxito taquillero mexicano de 2013 Nosotros, los Nobles. Lo que a muchas personas les causó disgusto en México y recibió muy malas calificaciones por la misma razón. Aunque, a decir verdad, es muy divertida y una buena adaptación al humor francés, eso sin contar que hay adaptaciones menos populares y de menor calidad no muy conocidas en México. Tampoco podemos hablar de que Nosotros, los Nobles sea un proyecto totalmente original, si es que queremos ser muy rigurosos, puesto que éste filme, a su vez, se inspiró en El Gran Calavera, película de 1949 dirigida por Luis Buñuel, basada en la obra de teatro del mismo nombre a cargo de Adolfo Torrado.

Para no darle más vueltas al asunto y te decidas a disfrutar de la película, el director de Nosotros, los Nobles, Gary Alazraki, supervisó y dio el visto bueno de esta adaptación francesa. Sin más, te dejamos con el tráiler.