En una nueva edición de esta rivalidad deportiva, el conjunto albiceleste de la mano de Lionel Messi, pone al tricolor al borde de una eliminación temprana en la justa mundialista.
Por: Fernando Tapia-Aguirre
| 26 de noviembre, 2022, CDMX
| Tiempo de lectura: 3 min.

Del ¡sí se puede! al no se pudo…
En un encuentro marcado por la falta de oportunidades de cara a portería, el equipo nacional mexicano volvió a ser derrotado a manos, del que fue su verdugo en los mundiales de 2006 y 2010, y que en sus últimos cuatro enfrentamientos se ha llevado cuatro victorias, diez goles a favor y ninguno en contra.
Con estos números, la selección argentina partía como amplia favorita para hacerse de los tres puntos en disputa de ésta segunda jornada mundialista, comandada por su flamante capitán Leo Messi, Argentina necesitó tan sólo de dos oportunidades frente al arco rival.
El astro argentino nacido en Rosario, hizo gala de su inmaculada técnica y al minuto 64 mandó al fondo de las redes un balón desde fuera del área que el cancerbero mexicano, Guillermo Ochoa, no logró detener.
La parcialidad mexicana que había tenido un primer tiempo decente, no encontró su mejor fútbol y el adagio de la tragedia se concretó al minuto 87, cuando Enzo Fernández hizo alarde de técnica de golpeo y colocó el balón en el ángulo superior derecho de la portería. Una vez más el arquero mexicano no pudo hacer nada. «El tri» se mostró falto de ideas en todos los sectores del campo y sus deficiencias para construir jugadas de peligro fueron notorias hasta el final.

Con este resultado el combinado mexicano ve alejarse sus aspiraciones de trascender en la justa mundialista y está obligado a vencer a Arabia Saudita, que en su primer partido logró doblegar a la albiceleste. El grupo C, encabezado por Polonia (que venció a Arabia) con cuatro puntos, tiene como segundo lugar a Argentina con tres puntos, al igual que Saudi Arabia y, al fondo de la misma, al conjunto mexicano con un punto tras su empate con Polonia en la primera jornada.
Por otra parte la Pulga consiguió empatar, en cantidad de goles mundialistas, al ídolo Diego Armando Maradona con ocho tantos cada uno, en el mismo número de partidos (diecinueve).
La victoria argentina reanima a su afición después de la sorpresiva derrota en su primer encuentro en Qatar, ante el conjunto árabe y deja puestas sus esperanzas en su capitán, quien sigue respondiendo a los compromisos con su país. En contraste, el eterno grito mexicano de «sí se puede», sigue siendo un triste recordatorio de que los nuestros nunca han podido.