El terremoto de 9 grados de 2011 en Japón, dejó consigo consecuencias muy peligrosas, ya que la central nuclear de Fukushima se vio fuertemente afectada, haciendo este evento candidato a un segundo Chernobyl. Pero, ¿fue un desastre natural o negligencia?
Por: Fernando Sandoval
| Lunes 5 de septiembre, 2022, Ciudad de México.
| Tiempo de lectura: 5 min.

Han pasado 11 años desde que en la región de Tohoku, Japón, se vio afectada por el terremoto más fuerte en la historia del país, con 9 grados de magnitud y 6 minutos de duración, seguido de un tsunami con olas de entre 10 y 40 metros de altura que asoló varias ciudades de la zona.
Los daños causados por el tsunami fueron enormes. Ciudades costeras fueron devastadas por estos dos desastres, creando miles de toneladas de escombros y desechos, y decenas de miles de personas fueron evacuadas en albergues temporales.
Pero, sin duda, lo peor no sólo fueron éstas dos catástrofes, ya que debido al terremoto, la central nuclear de Fukushima sufrió graves daños y empeoró la situación de todas las personas de Tohoku.
¿Peor que Chernobyl?
Después de la segunda guerra mundial, la energía nuclear ofreció nuevas posibilidades. Con pocos recursos naturales como gas y petróleo, Japón había encontrado una manera de evitar depender de otros países en materia de electricidad. Por lo que en 1954, comenzó a construir plantas nucleares mucho más rápido que cualquier otro país. Para el año 1967, la compañía eléctrica de Tokio construyó sus plantas nucleares en Fukushima.

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El tsunami que siguió al terremoto, inundó la planta. El resultado propició un recalentamiento masivo, con fusiones de los reactores 1, 2, y 3 (a diferencia de Chernobyl, en donde sólo falló en un reactor), seguido de una explosión de hidrógeno que reventó el techo y las paredes del reactor 4.
La explosión de Chernobyl fue en el interior del reactor. En fukushima fue una explosión dentro del edificio del reactor, que ocurrió con una fusión del núcleo, permitiendo salir gas hidrógeno del núcleo que terminó explotando.
Japón clasificó el evento como nivel 7, el mismo que Chernobyl. Lo que significa que hubo una importante liberación de radiación.

Todavía hay opiniones distintas entre los expertos, el Profesor Georg Steinhauser de la universidad de Hannover, afirma que este accidente no puede compararse con Chernobyl, y dijo en entrevista para euronews, lo siguiente:
«Chernobyl, por ejemplo, ha liberado una gran cantidad de plutonio, con una vida media de mas de 20 mil años, de modo que Chernobyl está contaminado por un buen tiempo, Fukushima es una historia diferente, debido a que sólo ha liberado pequeñas cantidades de plutonio que puede ignorarse, lo que Fukushima libera fue proactivamente Cesio radioactivo, el cual tiene una vida media de 30 años».
¿Negligencia o desastre natural?
Se sabe que el accidente de Chernobyl no fue un sólo error; una catástrofe así, se da porque han fallado todas las medidas de seguridad para producir un accidente y nunca hay una sola causa, sino una cadena de errores; y Fukushima no es la excepción.
Japón se jacta de ser un país tecnológicamente avanzado, pero fue el exceso de confianza que no dejó ver a TEPCO (Tokyo Electric Power Company, empresa de energía japonesa) todos los escenarios posibles. Tsuneo Futami, director de la central de Fukushima en los noventa, ha dicho a The New York Times: «Cuando dirigía la planta, el riesgo de tsunami ni se me pasó por la cabeza«.
Pero Japón, siendo un país con experiencia en terremotos y tsunamis, posee amplias medidas de seguridad, aunque la barrera contra maremotos de la central nuclear estaba diseñada para una ola de 5,5 metros y la que llegó a la central fue de 14 metros, según un documento del Ministerio de Economía.
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El tsunami dejó a la central sin suministro eléctrico y, por lo tanto, sin refrigeración en los cuatro reactores. Enfriar un reactor nuclear es algo esencial, de lo contrario, el reactor se calienta y empieza a formarse vapor de agua, al mismo tiempo que aumenta la presión en el interior, lo que amenaza la integridad de la contención.
Por lo que hoy en día, hay una demanda colectiva de mas de 3800 habitantes de la zona, que acusaron a empresa TEPCO (Tokyo Electric Power Company) de negligente, ya que un informe sísmico de 2002 advertía de las posibilidades de un terremoto de más de ocho grados en la región que provocaría un tsunami.
Para la actualidad, las cosas pintan mucho mejor, con el apoyo de OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), que abordará aspectos de seguridad de la manipulación del agua almacenada en la central nuclear. Mientras que en las zonas ya habitadas, hay sistemas que miden la radiactividad, que ha disminuido en estos diez años, y existe una transparencia con la población gracias al centro de investigación de Fukushima.