Autoridades, audiencia y medios de comunicación, esa triada infalible capaz de revictimizar cuando de feminicidios se trata, señalar a las víctimas y perdonar al victimario, incapaz para actuar, pero sí para criticar; mientras México se hunde en 11 feminicidios diarios, la justicia parece no llegar, las demandas son minimizadas y más mujeres son asesinadas.
Por: Jaqueline Viedma.
| Lunes 25 de julio, 2022, Estado de México.
| Tiempo de lectura: 5 min.

La autoridad, la gozante de distintas facultades, representante de muchas cosas malas en México, quien ha tomado un papel decisivo para el despliegue de acciones en cada uno de los casos de feminicidio, la cual, parece poner trabas en lugar de ser la garante de justicia.
Justicia, un término desconocido por las autoridades y desgarrador para muchas familias que llegan a obtenerla, porque con la exigencia de JUSTICIA llega el calvario, inclusive las amenazas, el destierro y el olvido de una vida que jamás podrá volver a ser.
Cuando las exigencias llegan a la mesa de las autoridades, ya sea a la Fiscalía General de Justicia, los jueces o quienes encabezan el gobierno, se apuntan unos a otros sin dirección precisa, como si fuese cuestión de adivinar a quién le corresponde actuar, se hacen los obtusos ante tanta impunidad.
No basta con el dolor que la situación provoca, a las autoridades se les hace fácil no hacer su trabajo, desestiman las pruebas, juegan con el tiempo de los que fungirán como testigos, dan largas esperas a peticiones de información por parte de las familias, se esconden para no aceptar las negligencias en su actuar.
Mientras las familias, colectivas y ciudadanía en conjunto parecen aportar indicios para encontrar a sus familiares con vida, la Fiscalía opta por sentarse y no prestar atención a la información presentada, hacen sus propias investigaciones fuera de lugar, minimizando las desapariciones y posteriormente los feminicidios.
Te podría interesar…
Mujeres pájaro
«Navegan las buscadoras, con la esperanza en la mano, de volverles a ver.» Por: Esperanza Cativo. | Miércoles 13 de julio, 2022, Ciudad de México. | Tiempo de lectura: 1 min. Ranchos áridos impávidos el silencio atraviesaapenas el silbido del viento inmutable la tierra que esconde los tesoros, que se ve rasgada por sus picos… Continúa leyendo Mujeres pájaro

Ante la incapacidad de la Fiscalía, los medios de comunicación tanto tradicionales como contemporáneos se encargan de poner los cuestionamientos incorrectos en el centro de la discusión mediática, no conformes con la poca visibilidad que le dan a los casos, cuando deciden darle seguimiento a un suceso de feminicidio ponen en el centro a la víctima y no al feminicida, revictimizan todo el tiempo.
La perspectiva en la que han caído los medios de comunicación para tratar el tema de feminicidio raya en lo ambigüo, en primera instancia sacan a luz casos que en su mayoría se puedan volver cuestionables, “andaba en una fiesta a las 4 de la mañana” “¿por qué su papá no la fue a recoger?” “iba vestida con falda” “¿por qué andaba sola?” “posiblemente fue suicidio, por el entorno en el que vivía”.
Posicionan los casos dependiendo el lugar donde ocurrieron, “la víctima fue asesinada después de una fiesta” “salió de casa” “la asesinaron en la calle” “encontraron su cuerpo en un motel”, es decir, la víctima ya sin vida, pasa a ser la cuestionada por el espacio donde se encontraba, anteponiendo los prejuicio de los lugares que las mujeres deberíamos ocupar, según la sociedad.
A todo esto, viene una justificación implícita del feminicidio, donde, según la narrativa, los medios ponen en tela de juicio situaciones o temas fuera de lugar que no definen los motivos de quitarle la vida a una mujer, el feminicidio goza de total impunidad, donde no es cuestionada su acción, si no el por qué la víctima no se alejo antes de llegar a esta situación.
Entonces, el cuestionamiento se vuelve un ciclo vicioso, donde las familias o personas cercanas a la víctima deben responder a cuestionamientos hechos por los medios de comunicación, tienen que salir y desmentir o posicionarse sobre la información que circula, se ven orillados a demostrar la inocencia de quien fue asesinada.
Te podría interesar…
Colectivos feministas piden libertad para Kenia
Colectivos feministas y asociaciones en apoyo, se concentraron a las afueras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación buscando la liberación de la activista Kenia Hernández. Por: Emiliano Molina. | Viernes 24 de junio, 2022, Ciudad de México. | Tiempo de lectura: 3 min. Está mañana algunos colectivos feministas y asociaciones en apoyo,… Continúa leyendo Colectivos feministas piden libertad para Kenia

Y las audiencias están ahí, viendo el juego de las Fiscalías, viendo el circo ofrecido por los medios de comunicación, no se mueven, no desestiman el contenido, pero sí critican los hechos, no conformes, vuelven a señalar a la víctima, a sus familiares, se creen dignos de cuestionarlos, de oprimirlos más, porque si a alguien hay que estigmatizar es a quien ya no está.
Gran parte de la audiencia replica una narrativa lasciva, no solo para la víctima y sus familiares, sino para su propio entorno, porque sí, su opinión genera temor a cualquiera que está cerca de esa persona, es de cuestionarse si apoyará a un familiar, amigo o persona cercana en caso de una agresión o un suceso de tal magnitud.
Podemos pensar que estar detrás de un monitor y falsear nuestra identidad nos da el derecho de expresarnos sin consecuencias, pero lo único que pasa es el reforzamiento de los discursos de odio, y, de acciones que dejan ver a los violentadores la aceptación del feminicidio como recurso de castigo a las mujeres.
Porque la justificación que predomina entre los comentarios de odio, es esa, “andaba de parranda” “le ponía el cuerno a su esposo” “hay veces que nos hacen enojar” “quién la manda a andar tan noche en la calle” “así no se visten las mujeres buenas”.
La reproducción y nula atención de estás posturas misóginas perpetúan comportamientos dentro de una sociedad que necesita con urgencia deconstruirse, voltear a ver de manera seria los problemas que están acabando con la vida de aproximadamente 10 mujeres al día, criticar los actos de quien agrede y no de quien ya no está.