Madrugada | Poesía

«su sombra se deshace sobre mi pecho, la llevo tatuada, impresa en letras negras».

Por: Alejo Tomas Ambrini.

| Lunes 20 de junio, año, Buenos Aires, Argentina.

| Tiempo de lectura: 2 min.

Amo la madrugada que se zambulle sobre mi cuerpo

que desea encontrarme y yo perderla

su sombra se deshace sobre mi pecho

la llevo tatuada, impresa en letras negras

metida en mis ardientes venas.

Se esconde al filo de la noche

no tiene límites, no conoce espacios

me muerde cada vez que puede, me deja sin horario

no conoce el día, tampoco el sol.

La tengo de patria, de historias que jamás acaban

de mentiras piadosas, de encantos inútiles

de sueños que se desvanecen, de noches sin finales.

Pero la noche es traviesa, conoce mis pasos

sabe de mis huellas, sabe de mis razones

sabe que me ampara, sabe de mis escondites

sabe de mis manos, sabe de mi boca.

Intuye mi rabia, mis estados de ánimos

mis mentiras, mis locuras, mis golpes

me hace libre y al mismo tiempo,

soy su prisionero.

Vivo de ella, me fundo en ella

la aprecio por todo lo que me da,

pero la detesto por todo lo que me quita

me arruina saber que con ella escondo mi fragilidad.


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