La casa de los muertos

Evana llega a casa y encuentra a su esposo muerto, el mayordomo está ahí ¿Qué fue lo que realmente sucedió?

Por: Rusvelt Nivia

Sábado 23 de octubre, 2021, Ibagué, Tolima, Colombia

A las cinco de la tarde; cuando Isabel Evana abrió el balcón de su aposento, lo primero que observó ella, fue a su esposo muerto. El hombre tenía el rostro morado. Al parecer, se había asfixiado con una bolsa plástica. En cuanto a la señora, venía sola de dictar una clase de castellano. La había dado en la Universidad Andina. El mayordomo por su posición, fue quien recibió a la linda mujer, apenas llegó a casa. Ambos, trataron los asuntos domésticos de siempre con frialdad. De seguido, Isabel subió hasta la habitación despaciosamente. Por ingenua, pensó que su marido estaba pintando en el salón artístico. En razón de esta suposición, ella se relajó y no sintió preocupación en su interior. Igual, hacía algo de calor en el ambiente. Por eso entonces, fue hasta el mirador para refrescarse. Descorrió el ventanal y de pánico, soltó unos chillidos atroces. De lleno se supo destrozada. Ya a duras penas, se arrimó al cadáver con angustia. Lo examinó con extremo cuidado. Procuró darle respiración por la boca. Pero sus experimentos por rescatarlo, fueron en vano. Obviamente, no pudo reanimarlo, porque Lumier había fallecido hace más de una hora. Era él un caricaturista famoso. Entre tanto, la poetisa pasó de nuevo por el cuarto matrimonial. A lo enlutada, cruzó llorosa en los ojos y salió al pasillo ovalado. De inesperada, bajó al primer piso. Ella, corrió por las escaleras, buscando ayuda. Se sabía sin lucidez. En breve, empezó a escuchar unos platos que se rompían. Así que fue hasta la cocina, que estaba desorganizada. Más una vez ingresó, volteó la mirada y pudo reconocer al mayordomo, vomitando una espuma blanca. Tras esta impresión, la dama cayó al suelo de porcelana. El sirviente, había acabado de beberse un tarro de límpido, era el amante de Lumier. Evana por cierto; lo descubrió todo al final del drama y por su fragilidad de mujer, agonizó de pena moral, se desmayó y falleció en la desesperación.

Sobre el autor

Rusvelt Nivia es un Comunicador social y periodista colombiano, los talleres literarios en los cuales participa: Taller de cuento; Hugo Ruiz Rojas, Universidad del Tolima, además asiste al taller de Relata, Escribarte, Ibagué.

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