Fotografía por:
Abigail Medina, Jorge Luis Bante y Carmela Hernández
2 de octubre, CDMX
Como cada 2 de octubre, la Ciudad se enciende, miles de personas salen a las calles a marchar para evitar que aquel acto impune en contra de estudiantes desarmados sea olvidado y vuelva a ocurrir.
Foto: Abigail Medina @_magnolia_lm
«El 2 de octubre no teníamos otras armas. Sólo anhelos e ideas que, para el gobierno, son más peligrosas que las balas».
La noche de Tlatelolco. – Elena Poniatowska
Fotografía: Jorge Luis Bante
Un helicóptero
sobrevoló la plaza
Me dio miedo
Cuatro bengalas verdes
Los soldados
cerraron las salidas
Vestidos de civil,
los elementos
del batallón Olimpia
—mano cubierta con un guante blanco—
iniciaron fuego
En todas direcciones
se abrió fuego a mansalva
No se espanten, no corran, compañeros
No se vayan, no corran,
calma, calma
Dispararon los hombres de guante blanco
desde las azoteas
Y disparó también
el helicóptero
Se veían las rayas grises
Como pinzas
se desplegaron los soldados
Se inició el pánico
La multitud corrió hacia las salidas
y encontró bayonetas
La plaza era una trampa:
no había salida. (...)
– José Emilio Pacheco
Fotografía: Abigail Medina



Fotografía: Carmela Hernández
La oscuridad engendra la violenciay la violencia pide oscuridad
para cuajar el crimen.
Por eso el dos de octubre aguardó hasta la noche
Para que nadie viera la mano que empuñaba
El arma, sino sólo su efecto de relámpago.
— Rosario Castellas «Memorial de Tlatelolco»


