Domingo 13 de junio, 2021, Bariloche, Argentina
Por: Mariana del Rosal
Otra hora más Una hora que ya no me lleva de la mano Una hora cualquiera Solamente destacable porque fue testigo del último crepúsculo. Si el futuro no está en ninguna parte ¿Por qué decir que el sol volverá a salir mañana? No seamos necios. Mi noche no tiene estrellas Tan sólo un foco de luz que acaba de encenderse Mi solitaria lamparita personal Que alumbra mis manos que chorrean letras Mis solitarias manos Que esta noche extrañan las caricias de otras manos Que quién sabe qué manos estarán tocando ahora. Y si ahora, de noche, el sol no existe Entonces ahora que él no está tampoco existe Entonces por qué lo extraño Entonces por qué lo veo Como si estuviera iluminado por cientos de lamparitas Como si mis manos retuvieran las suyas Sin dejarlas ir De pronto la lámpara se apaga Se quemó Así como me quema el recuerdo de sus manos Y pienso, tal vez por primera vez en otras manos Que no son las mías pero tampoco las de él Ni las de su recuerdo que repentinamente Se aleja en esta noche sin estrellas Noche testigo del último crepúsculo.
Sobre la autora
Mariana del Rosal (Bariloche, Argentina, 1981), es Profesora y Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Además de trabajar como docente, se dedica a la redacción freelance en inglés y español. Su cuento “Fotos de mi abuela” fue recientemente publicado por la Revista Raíces (Santa Ana, California). También tiene publicados dos blogs: La Era de la Blogludez (2006-2008) y MamiReloaded (2016-2018). Es autora de numerosos textos aún inéditos.