Por: Azalia Cabrera
8 de marzo, 2021 “Día internacional de la mujer”.
>>¡No estamos todas, faltan las asesinadas!, ¡Hay que quemar la conferencia Episcopal, por machista y patriarcal!, ¡Ninguna mujer nace para puta!<<
Estas fueron algunas frases que retumbaron en la ciudad de Jaén municipio de la Comunidad Autónoma de Andalucía, España; donde se llevó a cabo una manifestación pacífica a favor del movimiento feminista.
La organización de este evento generó controversia entre algunos ciudadanos y funcionarios, debido al riesgo de contagio por la COVID-19, sin embargo, durante el último año de confinamiento se llevaron a cabo diversas manifestaciones en contra de servicios públicos, represión policial, Monarquía, etc.

Cabe resaltar que hubo una participación escasa en relación al número de habitantes residentes de la Ciudad de Jaén, asimismo se hicieron presentes actos violentos de índole verbal y física en contra de las y los manifestantes, mismos que fueron interceptados inmediatamente por la Policía local.
Algunos datos oficiales mencionados por las voceras que encabezaban el movimiento, lograron adquirir relevancia frente a la opinión pública, los cuales resaltaban que España, pese a ser considerado un país desarrollado, se sitúa en la posición número uno en toda Europa (y el tercero en el mundo) con mayor demanda en consumo de prostitución, según datos de la ONU.
Demandaban también justicia ante el incremento de violencia de género en los hogares, así como mejores condiciones laborales para las mujeres.

España, a comparación de México, presenta un índice menor en las estadísticas de feminicidios, sin embargo, en la cotidianeidad prevalecen prácticas micromachistas, misóginas y sexistas en hogares, escuelas y otras instituciones.
Hay que recordar que el movimiento feminista no es lo opuesto al machismo, ni pertenece sólo a las mujeres, sino que es un movimiento que lucha por la igualdad y el respeto a los derechos entre hombres, mujeres y en su diversidad humana en individual.

Por último, año tras año conmemoramos en este día una lucha que ha cobrado numerosas vidas mediante el uso de la violencia expedita, pero también ha transmitido enseñanzas y aprendizajes de generación en generación en pro del empoderamiento femenino. Pese a que se han logrado grandes cambios, seguir luchando promoverá el ideal del feminismo: deconstruirse y educar para comprender que no es un movimiento único y exclusivamente de mujeres, sino una transformación de todas y todos.
Bibliografía
Feminismos. Tres siglos de lucha por la Igualdad, (s/f)Pacto de Estado contra la violencia de género Instituto Aragonés, p. 12-17.